Las Momias de Guanajuato

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¡¿Momias en México?!
Sí. Las expresiones de los rostros de las momias de Guanajuato muestran el terror que sintieron cuando despertaron en los ataúdes y se dieron cuenta de que habían sido enterradas vivas. Todas las momias de México que podrá ver en el museo de momias de Guanajuato comparten una historia espeluznante.

¿Cuál es la historia de las momias de Guanajuato?

El año fue 1833. El lugar, Guanajuato, una ciudad colonial del centro de México. Un día, la gente del pueblo enfermó repentinamente y murió. Primero murieron los muy jóvenes o los muy viejos, luego todos los demás. En pocas semanas la población quedó diezmada.

Cólera. Cundió el pánico. La gente lo intentaba todo para protegerse de la enfermedad: lanzaban extraños hechizos, se aplicaban extrañas e inútiles medicinas y rezaban… rezaban mucho. Aun así, las muertes aumentaban.

A medida que los cadáveres se amontonaban, la devastada población los enterraba tan rápido como podía para evitar la propagación de la enfermedad. Los muertos fueron colocados en fosas comunes, se enterraron múltiples cadáveres en criptas individuales, los cuerpos fueron enterrados en fosas poco profundas.

Descubrimiento de los cuerpos desenterrados
Pasó el tiempo y la epidemia de cólera cayó en el olvido. En la década de 1870, el gobierno local impuso un impuesto a todo aquel que quisiera seguir cuidando a perpetuidad las tumbas de sus familiares enterrados hacía tanto tiempo.

Los cuerpos por los que no se pagaba el impuesto eran desenterrados y almacenados en un depósito.

Una vez desenterrados, los habitantes de la ciudad se sorprendieron al ver que los cuerpos estaban extraordinariamente bien conservados. De hecho, habían sido momificados. Los científicos determinaron que la composición única del suelo, el clima árido y de baja humedad y la altitud de Guanajuato, a 2.000 metros sobre el nivel del mar, impidieron que los cuerpos se descompusieran.

Las momias de Guanajuato se hacen famosas
La población local quedó fascinada con estas momias de Guanajuato y empezó a colarse en el almacén para echarles un vistazo. Se corrió la voz y empezaron a llegar turistas que pagaban unos pesos a los cuidadores locales para que les permitieran ver las momias.

Finalmente, el goteo de turistas se convirtió en un torrente y las autoridades locales crearon un museo oficial con tarifas de entrada que generaran ingresos para la ciudad. Así nació el Museo de las Momias de Guanajuato.

Durante décadas, las momias estuvieron apoyadas contra las paredes y sujetas con cuerdas. Los visitantes podían acercarse tanto como quisieran. Algunos turistas desprendían partes de las momias como recuerdo.

Temiendo la destrucción de una importante atracción turística, el gobierno local remodeló el museo y colocó las momias detrás de vitrinas de cristal con temperatura controlada. Allí es donde las vi por primera vez.