Situada en el estado de Michoacán, México, esta iglesia es el único edificio que queda del pueblo de San Juan Parangaricutiro. El 20 de febrero de 1943, un volcán entró en erupción, consumiendo lentamente dos pueblos en lava y ceniza.
La lava tardó casi un año en alcanzar y fundir las rocas que rodeaban esta pequeña iglesia. El volcán Paricutín siguió en erupción durante otros ocho años, pero la pequeña iglesia lo resistió todo.
Milagrosamente, nadie murió a causa del volcán Parícutin, ya que todos los residentes fueron evacuados antes de que los pueblos quedaran cubiertos por la lava.
En la actualidad, la iglesia de San Juan Parangaricutiro sigue en pie semienterrada en roca de lava solidificada. Es lo único que queda del pueblo. La iglesia que sobrevivió a la catástrofe es ahora el destino de una peregrinación anual de fieles que creen que Dios la salvó del volcán.